Algunas personas reaccionan a ciertos ingredientes de los alimentos con reacciones de intolerancia. La gravedad de estas reacciones pueden variar de una persona a otra y requieren un enfoque individual. Si no hay intolerancia, no hay razón para prescindir de los alimentos adecuados. Evitar estos ingredientes no beneficia a las personas sanas, al contrario, restringe innecesariamente la gama de alimentos.